La presión de la industria en los medios

(Fuente: Microwave News; imagen: Camera Phones Plaza)

Ya sabemos que a la industria de la telefonía móvil no le gusta tener mala prensa, y hace todo lo posible por evitarlo. Aquí ya hemos visto como incluso consiguen llegar a la ya casi olvidada censura. Uno de los ejemplos más sangrantes fue la censura el 8 de enero de 2002, en el programa de Pedro Erquicia -Documentos TV- del documental "Contra Corriente", en el que se explicaban los peligros y efectos para la salud relacionados con las líneas de alta tensión, las subestaciones eléctricas y las antenas de telefonía móvil (por aquel entonces estaba el caso del Colegio García-Quintana). Fue censurado y parece que el motivo fue porque aparecían unas declaraciones de Javier Aguilera, Consejero Delegado de una operadora, que consideraba a las emisiones de las antenas como un factor más de muerte.

Ahora hemos sabido que en EEUU, hace más de 17 años (el 8 de marzo de 1993), David Kirkpatrick publicó en la revista Fortune Magazine un artículo titulado "¿Pueden los teléfonos móviles causar cáncer?". Dicho artículo, en el que mencionaba que incluso un científico de Motorola se autolimitaba el uso del móvil a 30 minutos diarios, también contenía un pequeño apartado titulado "Puede que los suecos estén en lo cierto" en el que describía la EHS o electrohipersensibilidad, sin que se conociese entonces por ese nombre. Ya por entonces , muchos médicos la catalogaban como un problema psicosomáticos, pero en Suecia se catalogó como causa de discapacidad, en Italia han habido sentencias en la misma línea y en la Resolución del Parlamento Europeo (2 de abril de 2009) o la Declaración de París (23 de marzo de 2009) médicos y científicos pidieron que se reconociera la EHS internacionalmente.

Bien, pues años más tarde, Kirkpatrick dijo que su artículo de 1993 "causó un alboroto", agregando que, "a Motorola no le había emocionado mucho". Pero era un eufemismo. A Motorola le molestó tanto el artículo, que retiró toda su publicidad de la revista Fortune Magazine durante bastante tiempo. Esto hizo perder a la publicación cientos de miles de dólares.

Tras más de 17 años, las cosas siguen parecidas...