Percepción europea de los CEM

(Fuente: Comisión Europea - Eurobarómetro)

El pasado 24 de junio se publicó el Eurobarómetro especial nº347 (inglés), un estudio dedicado a los campos electromagnéticos (CEM) en Europa. El último estudio similar fue realizado en junio de 2007 (nº272).

El objetivo de este informe ha sido ayudar a entender la percepción que los europeos tienen acerca de la relación entre los CEM y la salud, en el contexto de los importantes trabajos científicos realizados a lo largo de la última década sobre los efectos a corto y largo plazo de los CEM.

Se ha preguntado a los europeos (26.602 encuestados de la Europa de los 27) acerca de los factores que creen pueden afectar a su salud. Los encuestados han considerado a los CEM como potencialmente menos peligrosos, por ejemplo, que los productos químicos, la calidad de la comida o del agua potable.

A la hora de centrarse exclusivamente en los principales emisores de CEM, las líneas de alta tensión y las antenas de telefonía movil han generado el mayor nivel de inquietud (un 35% y un 33%, respectivamente). El 26% de los encuestados ha creído que los teléfonos móviles tienen un impacto significativo para la salud. Esto supone una ligera disminución (del -2%) respecto a la última encuesta acerca de los riesgos potenciales para la salud de los CEM de 2007, mencionado anteriormente.

Sorprendentemente, desde entonces, ha habido un declive notable en el conocimiento de los encuestados de la UE sobre las distintas fuentes de CEM. Mientras que en el Eurobarómetro de 2007 un 23% de los encuestados decía que los nueve elementos presentados producían CEM, en el 2010 este dato se ha reducido a más de la mitad, con un 9%. Con respecto al anterior estudio, los mayores descensos en el conocimiento de las difererentes fuentes CEM se han producido en los radares (un -13%), los teléfonos móviles (un -12%) y las antenas de telefonía móvil (un -7%).

Indicar que un 78% de los encuestados dicen no haber recibido información acerca de los efectos potenciales sobre la salud de los CEM. De los que sí han recibido esta información, más de la mitad (58%) de los encuestados están satisfechos con su calidad (frente al 28% recogido en el anterior estudio). La televisión, aunque es el principal canal de recepción de información (un 55%), está en declive como medio elegido, seguido por periódicos y revistas. Internet parece convertirse en uno de los canales de comunición preferidos en un futuro próximo, ya que es el canal elegido entre la gente más joven.

A pesar de las dudas acerca de si los CEM dañan (46%) o no la salud (51%), el ciudadano medio de UE cree que las autoridaddes públicas no hacen lo suficiente para protegerles de sus riesgos potenciales para la salud. A lo largo de la Unión Europea un 58% de los encuestados (un -2%, frente al anterior Eurobarómetro) mantienen esta visión, un nivel que alcanza en 78% en Grecia (frente al 87% anterior).

En vista de esta inquietud sobre la falta de acción de las autoridades nacionales, sorprende ver como casi la mitad (48%) de los encuestados creen que la Unión Europea debería informar al público de estos riesgos potenciales para la salud, así como establecer criterios de seguridad (39%) en la fabricación de las diferentes fuentes CEM y desarrollar métodos orientados a la protección de la salud pública (36%). Un 23% estima que habría que revisar el estatus de las evidencias científicas.