SAR infantil erróneo

(Fuente: M. Muntané; imagen: Südtirol)

Nokia, Motorola y Ericsson, junto con equipos de gobiernos internacionales, diseñaron un estándard global que es la Tasa Absorción Específica o SAR. Esta unidad mide la cantidad de energía que absorbe el cuerpo procedente de las radiofrecuencias que emite el teléfono móvil. Este valor varía, ya que los móviles están diseñados para funcionar con varios niveles de potencia, con el fin de utilizar sólo la energía necesaria para conectarse con la estación base de su zona. Aunque los fabricantes incluyen este dato en sus cajas de producto o en las instrucciones, muchas veces se ve cómo sobrepasan dichos límites.

En la mayor parte de Europa se fija un límite de 2 W/Kg, promediados en 10 gramos de tejido y de 0,08 W/Kg promediado en toda la masa corporal. Estos límites se basan en directrices del NRPB y la ICNIRP, que se emitieron para evitar conocidos adversos efectos sanitarios. Cuando estas directrices fueron redactadas, los únicos efectos adversos eran los causados por el calentamiento de los tejidos

Algunos usuarios de móvil, traducen erróneamente que un SAR menor se traduce automáticamente en menos riesgo.

Pero dicha magnitud no se puede medir. Los experimentos para calcular el SAR, se realizan no en seres vivos, ni sobre personas, sino sobre “Modelos Artificiales Esféricos” llenos de líquido (similar al agua azucarada) de densidad parecida a la del cuerpo humano ó “vaca” ” (spherical caw concept), que permite obtener un cálculo empírico, no real, del SAR.

Y vemos que se han equivocado. La vaca no era como pensaban. El modelo científico establecido para los niveles de referencia del SAR, no funciona cuando se trata de niños. Siguiendo nuevos modelos matemáticos, un estudio japonés del 2006 reveló que, aplicándolos sobre niños, se sobrepasan en un 30% los niveles máximos establecidos. Otro estudio de 2008, establece que los niveles de referencia de la ICNIRP no se ajustan a los límites de absorción para un escenario real de exposición.