Un desayuno que reestablece el equilibrio

Por Pierre Picard, 3 de marzo de 2011

Hipócrates dijo: “ Que el alimento sea tu única medicina”.

Les ofrecemos una propuesta de un desayuno que reequilibra, basado en semillas crudas y algunos consejos para completar las lagunas de nuestra dieta moderna.

Al despertar

Beba de 1 a 2 vasos de agua, lo menos mineralizada posible (residuo seco a 180º por debajo de 100 ml/gr, con un pH inferior a 7 o muy cercano a 7)

En el desayuno

Ponga en una taza:

  • almendras (4 a 7) y nueces (1 o 2)
  • semillas de calabaza ( 1 cucharada sopera, rasa)
  • semillas de lino (1 cucharada sopera rasa, pardo o dorado, prefiero el pardo, pero si el tránsito es difícil, mejor lino dorado)
  • una cucharada sopera (o más) de uvas pasas sultanas.

Este desayuno conlleva un proceso de adaptación. Comience el desayuno de 5 semillas con una cucharadita de café de cada una de ellas, dependiendo del temperamento y la actividad física. Con el tiempo puede aumentar a una cucharada sopera rasa, solamente si se siente la necesidad de aumentar la dosis.

Se liga con frutas frescas cocidas(compota) o en puré, añadiéndose a esta mezcla ( a elección de cada uno)

Durante el día

Importante:

Para fomentar el mantenimiento diario de su flora intestinal, beba entre comidas tres vasos de jugo de verduras lacto-fermentadas diariamente.

Vengo desayunando con semillas de esta forma desde hace 12 años, y sólo encuentro ventajas, que resumo así:

  • En primer lugar, el desayuno con semillas crudas permite hacer por lo menos una de las tres comidas con la cuota recomendada de alimentos crudos al día. ¡Además, no plantean ningún problema, ya que enseguida se convierte el desayuno en un placer!
  • En segundo lugar, es bajo en calorías, por lo que no favorece el aumento de peso o el desgaste de los órganos digestivos, especialmente si el páncreas ha estado maltratado por otros desayunos que privilegian de manera abusiva los azúcares rápidos. Por el contrario, las semillas son muy energéticas, lo que es diferente, y todos los que las consumen sienten enseguida un aumento de tono.
  • En tercer lugar, proporciona una gran cantidad de vitamina E, antioxidantes y especialmente los ácidos grasos poliinsaturados, incluidos los omega-3, que son esenciales para nuestra salud. Todos ellos son considerados por los nutricionistas como protectores efectivos de las células cerebrales y los vasos sanguíneos. Contribuyen a reducir el riesgos de enfermedades degenerativas (Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer…) Estos ácidos grasos omega 3 (ácido alfalinolénico) se encuentran en abundancia en las semillas de lino y las semillas de sésamo, nueces, avellanas… sin olvidar el aceite de colza.
  • En cuarto lugar, regula muchos de los desequilibrios en la salud. He recogido muchos testimonios positivos de personas que hacen este desayuno, que van desde la bajada de tensión, de colesterol, de diabetes, mejora en las tasas de hierro y tránsito intestinal. ¡Algunos resultados parecen casi milagrosos! Estas mejoras se consiguen con rapidez, a menudo después de muchos años de otros fracasos.

Hasta la fecha, más de 300 personas han aplicado este desayuno con éxito. Obviamente, no sé si todos lo continúan , pero sé que muchos de ellos se lo han trasmitido a otros, sin que sepan el número exacto.

En lo que a mí concierne, no me doy cuenta de mi edad, a pesar de que tengo una actividad física intensa, que en gran medida ocupa casi todo el día. Estoy convencido de que la vitalidad de la que gozo actualmente se debe, a mis 74 años, en gran parte a esta dieta.

He podido ejercer mi profesión y mis diferentes actividades sin problemas significativos.

Usted también puede llevar a cabo esta dieta y entenderá por qué estas semillas de bajo coste es una forma eficaz de proporcionar la energía necesaria y la salud que necesita.

Las semillas serán cada mañana los amigos que le traigan la salud.

Testimonios

Laura, con tránsito intestinal lento, a menudo durante más de 8 días, ha empezado a hacer este desayuno. Ha perdido 2 kilos y ha recuperado el tránsito normal.

Martine, 2 cánceres de pecho, otro sobre dos costillas que le han quitado, quimioterapia, etc. Hace este desayuno, con agua de ósmosis. Para su gran alegría, vive ahora con normalidad, y de vez en cuando da un paseo de 20 kilómetros.

Carlos, restaurador, con poca salud, siempre en guerra con el intestino, múltiples revisiones médicas que no resolvían nada, 5 ataques del síndrome del intestino irritable en el lado izquierdo. Dejó el pan, los productos lácteos, las frutas después de las comidas, y ninguno de estos esfuerzos le han aliviado. Probó con las semillas: empezó perdiendo 4 kilos en 15 días, el estómago le da menos molestias y está menos hinchado, y por último siente por completo que su cuerpo ha cambiado y también su cabeza. Ya han pasado cuatro años llevando bien.

José, de 60 años, nos visitó por casualidad en febrero de 2007, y nos vio comiendo semillas en el desayuno. Se interesó y quiso saber el por qué, una persona que tenía problemas de salud; demasiado hierro, exceso de colesterol, diabetes, etc. Nos escuchó, y empezó a probar este desayuno, con un poco de jugo de verduras lacto-fermentadas, y a los pocos días nos envió un correo electrónico. Le presté un conductímetro y unos papeles Merks, para que siguiese él mismo la evolución de su orina. El coeficiente de saturación del hierro pasó de 56% al 18% lo que, al parecer, está por debajo del umbral, la ferritina ha pasado de 850 a 270, etc. El nefrólogo exclamó: ¿Qué es esto? ¡Hay que revisar los diagnósticos anteriores, la hemoco… es inexplicable !”. Además los niveles de proteína en la orina se han reducido a la mitad. El análisis realizado después de este cambio en la dieta mosquea a los médicos, que sugieren nuevos análisis en tres laboratorios diferentes, más un análisis genético. José no dijo nada al médico sobre su nueva dieta, por verle escéptico, pero dijo : ¡Ya, bebe agua de Lourdes! El médico no conocía a José, nada podía adivinar, pero mientras tanto, José ha cambiado de forma significativa y ha recuperado su vida normal.

Un testimonio negativo: una persona, sin darme cuenta, tomó las semillas sin triturar, al menos las pequeñas, y como tenía divertículos, descontenta, tuvo que dejar esta dieta.

Doy testimonio de su honestidad.

Pierre Picard

03 de marzo 2011

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